Hemos visto,
¡alegría!, dar el viento
gloria final a las
hojas doradas.
Arder, fundirse el
monte en llamaradas
crepusculares,
trágico y sangriento.
Gira, asciende,
enloquece, pensamiento.
Hoy da el otoño
suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo
lejos sus pisadas?
Pasan, dejando el
campo amarillento.
Por esto, por
sentirnos todavía
música y viento y
hojas, ¡alegría!
Por el dolor que
nos tiene cautivos,
por la sangre que
mana de la herida
¡alegría en el
nombre de la vida!
Somos alegres
porque estamos vivos.
José Hierro
España
Madrid 3 de abril de 1922/ 21 de diciembre 2002
Madrid 3 de abril de 1922/ 21 de diciembre 2002
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