Quiero ser el
hombre de la tierra
la mujer, el niño,
la tierra aún la tierra
Pero nunca ser
un viejo con
corazón carroñero
el malvado
vertebrado
Nunca el hombre
que pudre
cuanto es bello
Quiero vivir sin
permiso
reír sin permiso
llorar sin permiso
Quiero bailar sin
permiso
odiar sin permiso
perdonar sin
permiso
Quiero morir sin
permiso
pudrirme sin
permiso
llegar a ser flor
sin permiso
Brotar como hierba
silvestre
ser tierra y mar
sin permiso
Sin permiso ser
sueño
sin memoria sin
rostro
Quiero hacer
callar de vergüenzas la noche
Sin permiso
resonar como tam-tam salvaje
sin permiso gritar
Libertad
Puede que mañana
seamos viejos
con tantos soles
en nuestros corazones
tanto amor por
vivir
tantos ecos locos
por contestar
tantas ofrendas en
que empeñarse
tantas sendas
noches en las que dejar
la huella de
nuestra juventud
Quizá mañana
seamos sí
por fin compañeros
del invierno.
Modou Kara Faye
Senegal
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