¿Cómo reconciliarse
con el mundo
si es tan necio,
veleta, tarambana,
que es capaz de
albergar al mismo tiempo
el Taj Mahal, los
campos de exterminio,
la mezquindad, tu
risa, la traición,
los libros, la
ignorancia, un cuerpo que fascina,
el carbón y la
sal, los muros y el espacio,
el cáncer y las
playas tropicales?
Y sin embargo, y
no obstante, y pese a todo,
acudimos al día
como quien va a una cita
con una vieja
amante casquivana,
la sonrisa
planchada y el pañuelo
en el bolsillo
izquierdo, fiel, solícito,
y hacemos el amor
sin credenciales,
o escribimos
poemas que interpretan
la vida a su
manera,
como si ésta
hubiera de
aguardarnos a la vuelta
de la esquina, con
su traje de novia
y su ramo de
flores
funerarias.
España
Córdoba, España,
19 de abril de 2016
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