04 enero 2017

Maruja Vieira, Cansancio

Cansancio
de hablar y escuchar siempre
idiomas extraños.
Cansancio
del peso de las alas en la tierra.
Cansancio de obligarse a ser fuerte
y helar, detener, contener,
petrificar la luz, la nube, el aire.
Para después callar, sonreír,
asentir, otorgar.
Y tener miedo de la música,
del libro de poemas,
del perfume del árbol,
del color de la tarde,
porque pueden caer las armaduras,
romperse las corazas
y quedar simplemente un ser humano,
sólo, débil,
herido de silencios y palabras.

Maruja Vieira
Colombia
Manizales 25 de diciembre de 1922/

2 comentarios:

Kasioles dijo...

Para valorar al ser humano, hay que profundizar, llegar hasta lo que encierra su corazón.
Su poema tiene garra y llegará al alma de los lectores.
Venía con la intención de agradecer tus condolencias, la verdad es que ha sido un mal año, he perdido a dos amigas y a otra virtual, en fin, que los años no perdonan y te recuerdan que estamos aquí de paso.
Para aprovechar este momento, quiero enviarte un fuerte abrazo con mis cariños.
Kasioles

tecla dijo...

Precioso poema Trini.
Te deseo lo mejor.
Y esto hermosos versos que tan gentilmente nos traes.
Gracias por todo.