07 febrero 2017

Mª Fernanda Trujillo León, El desván

Subo
Al desván de la memoria
y te encuentro –precisamente allí-
arrumbado en el rincón de los deseos.
Ahora me recuerdo colgada de tu mano,
prendida de tu voz,
codiciando tus susurros.
A tu lado,
me recuerdo en un camino sin aristas,
sorteando bosques infinitos,
en la dulce tarea de aspirar, contigo,
esos aromas inmortales.

Al bajar
los peldaños de la existencia,
no doy con el interruptor de la luz,
me hieren las esquinas de los muebles,
tropiezo.
No estás.
Pero más me duele lo mucho que te extraño.

Mª Fernanda Trujillo León
España

2 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

A veces el desván de la memoria se convierte en una ventana de oxígeno, donde de vez en cuando subimos para airear el alma y sobrevolar la realidad...Bendita memoria, que nos devuleve la esperanza...
Mi felicitación para M.Fernanda y para ti.
Mi abrazo para las dos

lanochedemedianoche dijo...

Muy bello esa memoria que siempre viva.
Abrazo