No, no
es cansancio; es brillo
de
estrellas muertas cayendo.
Tal
vez un poco de estiércol
donde
hubo una flor abriéndose.
No
es cansancio, tal vez
la
fuerza de no pedir
más
que vivir sólo una vez,
y
otra vez volver a vivir.
Mi
vida agitada
me
ata al dolor y a la alegría:
deseo
de la melancolía
de
ser algo más que nada.
Portugal
Castelo
Branco, 20 de febrero de 1936
1 comentario:
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