de un pájaro, Camila O’Gorman huye con un
sacerdote, su amante, en 1848.
-Enrique Molina-
No es de señoras
esta
pasión desenfrenada
No está permitido
robar pastores así
pero ven sin más
amado
al campanario
cuando descuelgue la noche
y santifica esta arritmia
que me muerde
bajo la enagua de bramante
Despójate tú de esa negrura
que cubre todo
lo húmedo que mi boca reclama
Déjala que repose
como un lago de agua turbia
a nuestros pies
Venezuela
Caracas,1960
No hay comentarios:
Publicar un comentario