entre
inquietas manos y escurridizos dedos.
Puedes
cantar el cielo, el amor, las estrellas:
todo
nacerá nuevo de tus labios hermosos.
Descubrirás
en sueños la vida que te acosa
tan
dulcemente mansa y le sonreirás.
Despertarás
el día menos pensado entre
un
mayo y un septiembre y moverá el asombro
el
filo de tu enagua.
Revolverás
entonces de un desconcierto grande
el
mundo que te llena; una luz saltará,
en
caños, por tus ojos.
Y
seguirá la fuente el curso de tu cuello
mientras
pájaros haya en vuelo por tus venas
1 comentario:
Suerte de que sus bellos versos traspasaran los años a través de ti, Trini Reina.
Un abrazo.
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