Ese
cubrirse hasta los pies de escarcha.
Inamovibles
cortinajes.
Hay
que aprender la franja
donde
el cristal ya humea,
y
el árbol va cruzando la neblina
como
los cuerpos la memoria.
Y
tras los árboles el río,
las
alas silenciosas de los ánades,
la
cegadora noche azul y blanca
donde
hay paradas cosas en capuchas.
Hay
que aprender aquí los gestos
inenarrables
de los árboles.
Agnes Nemes Nagy
Rumania
Budapest, 1922/1991
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