Si
te estrellas de frente con mi corazón
no
huyas y no intentes tus huellas
dactilares
tampoco
lo dejes por ahí a merced de algún desprevenido transeúnte
y
no lo escondas, como al hijo torpe, de las visitas.
Si
lo ves mordido en los bordes como un viejo borrador de la primaria
somételo
a una calle de lluvias y remates
Alguien
se encartará con tan pesado encargo lleno de canciones incendiadas
y
viejas vajillas en deshuso
Alguien
lo agitará queriendo oír alguna voz
como
quien golpea durante horas una casa vacía .
O
si lo llegas a ver entre mis ruinas déjalo en la calle.
que
este corazón de prisas y tardanzas siempre se acomodó mejor a la intemperie.
Colombia
Bogotá, 1974
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