en su lugar son
prudentes,
satisfechas en
las cálidas y estrechas celdas de sus corazones
de comer pan
espolvoreado.
No ven ganado
pastando rojo césped invernal.
No escuchan
al aguanieve caer
en las alcantarillas,
superficial y
claro.
se atiesan,
cuando deberían cimbrarse.
Usan contra sí
esa benevolencia
de la que ningún
hombre es amigo.
No pueden pensar
en muchas cosechas para un solo campo
o en madera
finamente tallada por un hacha.
Su amor es un
anhelo sin sentido,
muy tenso, o muy
laxo.
Escuchan en cada
susurro que les dirigen
un grito y un
llanto.
Como si nada
(mientras toman vida a través de los umbrales de sus puertas)
deberían dejarlo
ir.
Louise Bogan
Estados Unidos
Livermore Falls, Maine, 1897
Nueva York, 1970
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