Aspiro el
ramillete de los años
Y siento que
estoy muerto en cada olvido.
Mis apariencias
todas se gastaron
Alguien se iba
de mi crepúsculo...
En mis tiempos
marchitos hubo puertos,
Y pañuelos
vehementes se alejaron...
desconocidas
gentes han partido
del fondo de mi
ser ya devastado.
Me quedé en la
efusión de cada abrazo
y en los adioses
layos y secretos.
De improviso me
vi como un extraño
con mi presencia
inexplicable y sola
Lo ausente habla
un idioma que no alcanzo.
Inútilmente
dóblanse las tardes ...
Nos vamos
deshaciendo en los olvidos,
ya dispersé el
recuerdo como un ramo.
Carlos Mastronardi
Argentina
Gualeguay, 7 de
octubre, 1901
Buenos Aires, 5
de junio, 1976
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