Al fin, ¿quién eres tú? Nervios y sangre,
carne que ha de podrirse en el sepulcro;
un puñado de polvo solamente.
Si he de morir después de haberte amado
¿la muerte me será más llevadera?
¿Qué haré en la tumba con tus dulces besos
temblándome en la boca descarnada?
¿Podré seguir soñando? ¿Habrás de darme
nueva vida quizá? ¡Eres tan poco!
Nada importa que alientes si algún día
has de dejar de ser. Hoy eres fuerte.
Mañana jugará un niño en el campo
con tus huesos antiguos, destruidos.
¿Para qué un alma que no tienes,
que no tendrás jamás? ¡No me haces falta!
Voy recogiendo pálidas estrellas,
hierba estelar con que formar mi tumba.
Allá, en las sombras, tú estarás inmóvil.
¡Mas yo me agitaré en las margaritas!
Susana March
Barcelona, 29 de enero de 1918/21 de diciembre de 1990
6 comentarios:
Impresiona el poema... me encanta, lo disfruto, salió de las vísceras, espectacular Susana March!!
Un beso Trini
Desgarrador, que somos y en lo que nos convertimos cuando mueren los sentimientos.
Un abrazo Trini.
Ella podrá construir su alma con margaritas, si el hombre al que amó no tiene alma no lo podrán decorar las margaritas, ni las rosas ni las malvas, ni el cielo, ni los besos, ni el recuerdo..
¡Precioso!
Un besazo.
Es un poema fuerte, digno de la March.
Dolorosa la inexistencia del alma del amado... pero tras sus palabras queda un rastro de profunda amargura.
Un gustazo los textos que nos traes.
Un beso.
Soledad.
Intensos son estos versos pero muy bien logrados. Un placer leerte. Saludos.
Un poema muy profundo...¡Genial!
Grabados e imagen perfectos.
Te felicito.
Besos, Triniá.
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