¿Quién eras tú?
¿Y yo quien era?
Fría lumbre en los labios contenida,
rígido corazón opaco,
áspero fruto mi vientre,
ligero ropaje de verano tu mirada.
Ahora que nos amamos...
fuego somos donde mariposas se suicidan,
cuerpos de luz,
piel ardiendo en rojas llamas,
hechizo inacabable.
Unidas en el mismo cuerpo sombras somos,
sueños revelados en poemas,
atraídas mareas por la luna,
enormes olas de amores fatigadas.
Ahora que te amo...
un insecto que nace en las mañanas
y muere por la tarde entre tus muslos soy,
suspendidas gotas de placer,
suspiro de Sol en el cenit,
sirena de agua dulce,
develada estrella bajo tu cuerpo.
Ahora que tú me amas...
eres símbolo de alianza entre los dioses,
amuleto colgando de mi cuello,
turbulenta agua con que mis flores riego,
lámpara que guía a los ciegos soy.
Ahora que nos amamos...
somos raíces cálidas de la tierra.
Lina Zerón
Ciudad de México, 1959
5 comentarios:
El amor, no hay nada que lo detenga...
Cuando uno ama se convierte en una raíz cálida de la tierra. Hermoso hasta la demencia, fuego y luz pura que reflejan el amor que fluye.
Una maravilla auténtica, un momento de plenitud, y unión mística con los elementos gracias a la entrega de alma y cuerpo.
Maravilloso.
Besazos, querida Trini.
Como se cambia y como cambian todas las cosas cuando se está enamorado.
Un abrazo
Es una preciosidad de poema. Los sentimientos de amor son las gafas del optimismo.
Un abrazo
Sosegada reflexión sobre el amor, lástima que me pille en un día de perros por culpa de la peor maldición del mundo: trabajar en equipo con una panda de desganaos.
Un abrazo.
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