31 julio 2010

Luis Alberto de Cuenca, Conversación


Cada vez que te hablo, otras palabras
escapan de mi boca, otras palabras.
No son mías. Proceden de otro sitio.
Me muerden en la lengua. Me hacen daño.
Tienen, como las lanzas de los héroes,
doble filo, y los labios se me rompen
a su contacto, y cada vez que surgen
de dentro -0 de muy lejos, o de nunca-,
me fluye de la boca un hilo tibio
de sangre que resbala por mi cuerpo.
Cada vez que te hablo, otras palabras
hablan por mí, como si ya no hubiese
nada mío en el mundo, nada mío
en el agotamiento interminable
de amarte y de sentirme desamado.


Luis Alberto de Cuenca
España
Madrid 29 de diciembre de 1950/ 
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2 comentarios:

Laura Caro Pardo dijo...

Es precioso. El desamor genera odios que se entrelazan con la pasión que se siente.
Me gustó mucho.
Un abrazo.

Algaire dijo...

El amor y el desamor siempre en lucha.
Un abrazo