27 febrero 2011

Delmira Agustini, Exégesis

¡Pobres lágrimas mías las que glisan
a la esponja sombría del Misterio,
sin que abra en flor como una copa cárdena
tu dolorosa boca de sediento!

¡Pobre mi corazón que se desangra
como clepsidra trágica en silencio,
sin el milagro de inefables bálsamos
en las vendas tremantes de tus dedos!

¡Pobre mi alma tuya, acurrucada
en el pórtico en ruinas del recuerdo,
esperando de espaldas a la Vida
que acaso un día retroceda el Tiempo…!

Delmira Agustini
Uruguay

Montevideo, 24 de octubre de 1886/6 de julio de 1914
Photobucket

3 comentarios:

Rayén dijo...

Bello poema el que nos compartes, amiga.

Que tengas una linda semana.Muchos cariños.

elena clásica dijo...

Qué intensidad la de Delmira Agustini. Es dolorosa, dolorosísima esa entrega solitaria, generosa hasta la demencia. Cuántas flores tristes a las que nadie observa, cuántas lágrimas derramadas sin consuelo, ni bálsamo tranquilizador.

Abandono y soledad. Una cuadro prerrafaelita hecho poema.

Extraordinaria poetisa. Un gran abrazo, Trini.

Maritza dijo...

MAGISTRALES VERSOS, ESPECIALMENTE EL ÚLTIMO (PARA MI).

BESOS.