Ahora que ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra que comienza a vestirme
y a despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo entero en el costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven
si todavía no te he conocido?
Piedad Bonnett
3 comentarios:
Tremendo poema!
Parecemos incompletos cuando no hemos alcanzado aún la plenitud de nuestros deseos, subjetivamente estamos incompletos y se nos apreta la vida de tan estrecha que la sentimos, y cada vez más, con un solo destino en nuestro horizonte...
Besos.
Quedé impactada con estos versos.
Desemboca en el mar desconocido sin miedo, los años pasan dejándonos la bella experiencia del cada día, la dicha de vivir es el mejor regalo de cada marca que deje en nuestro rostro la sonrisa.
Ya llegara cuando menos lo esperes, te tomara de golpe y no importara cuanto tiempo ha pasado.
Un verdadero examen de conciencia. Qué buen poema!!! Abrazos.
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