Al callar la orquesta, pasean veladas
sombras femeninas bajo los ramajes,
por cuya hojarasca se filtran heladas
quimeras de luna, pálidos celajes.
Hay labios que lloran arias olvidadas,
grandes lirios fingen los ebúrneos trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.
Espero que ría la luz de tu vuelta;
y en la epifanía de tu forma esbelta,
cantará la fiesta en oro mayor.
Balarán mis versos en tu predio entonces,
canturreando en todos sus místicos bronces
que ha nacido el niño-Jesús de tu amor.
César Vallejo
Perú
Santiago de Chuco
16 de marzo de 1892/ Paris 15 de abril de 1938
2 comentarios:
Qué siempre bailen los versos querida Trini, Feliz Navidad.
Gracias por el poema.
¡Feliz Navidad!
Besos mil.
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