Cuando un hombre entra
en una mujer,
como el oleaje que muerde la orilla,
una y otra vez,
y la mujer abre la boca de placer
y sus dientes brillan
como el alfabeto,
Logos aparece ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
hace un nudo,
para que nunca más estén separados
y la mujer
sube a una flor
y Logos aparece
y desata los ríos.
Este hombre,
esta mujer
con su doble hambre,
han procurado penetrar
la cortina de Dios,
lo cual brevemente
han logrado
aunque Dios
en su perversidad
deshace el nudo.
Estados
Unidos
Newton,
Massachusetts, 9 de noviembre de 1928
Weston,
Massachusetts 4 de octubre de 1974
6 comentarios:
Trini, este poema nos habla del gran misterio del amor, que toca los límites divinos...Ese hombre y esa mujer crean la vida de nuevo en un nudo de tierra y cielo, que necesita ser aprobado por el destino...Muy profundo e inspirador..
Mi gratitud y mi abrazo grande por tu saber elegir buenos poemas...amiga.
Feliz fin de semana,poeta y amiga.
M.Jesús
Qué perversidad: desatar el nudo. Que texto tan bien concebido para desvelar el acto más entrañable del amor y su fugacidad. Un abrazo.
Bella poesía sobre amor, sexo y placer. Un placer conocer a esta autora
Bello poema, con un final devastador, con ese Dios perverso que aniquila el éxtasis.
Me ha recordado a "Los propios dioses" de Asimov.
Besos
Cuanta intensidad en el pasional reflejo del amor, para acabar rompiendolo todo la perversidad de un Dios omnipresente.
Todo un descubrimiento esta autora.
Besos
Me encanta este poema Trini, la fuerza de las palabras y su significado dejando al final el dios que aniquila ese nudo imposible.
Besicos.
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