Y
era un silencio duro como piedra;
un
silencio de siglos.
Era
un silencio adusto, impenetrable;
un
silencio sin venas.
Era
un dolor de amor, hecho de largas
noches
sin el amado.
Hecho
de fieles manos que se tienden
estremecidas,
solas.
Era
una voz dormida entre las sombras,
unas
lágrimas secas.
Febril
temblor de labios, una loca
4 comentarios:
Hay más poetas que piedras en mi río. ¿donde las encuentras? A menudo cre que tienes un fichero secreto o que los inventas para traerlos a tu blog. No tenía ni idea de esta señora,como de la mayoria que traes aquí, y me ha gustado mucho. Un beso.
Esta es la soledad, tal cual la pinta la poeta. Un trabajo precioso.
Besos.
Un dolor de soledad sin el amado.!!
Un gran poema.
Besos
Impresionante ese silencio...Ese silencio, que es piedra dura y soledad quieta y milenaria, diría yo...Mi gratitud por mostrarnos a estas buenas poetas, Trini. Mi abrazo inmenso y espero, que todo vaya bien, amiga...Cuídate mucho.
M.Jesús
Publicar un comentario