Tengo
demasiada muerte en el costado.
El silencio
que trae la nieve.
Un frío que
nombra el invierno.
Así y todo,
mis manos hurgan en la hiedra.
Tienen el
brío del auriga que urde la luz,
y que con
sus mimbres crea las tormentas
y el ir y
venir del aguacero…
Soy en
abril el color del después,
la taza con
los posos húmedos del azúcar,
la tela de
araña que guarda la humedad del amanecer,
esas
huellas en la arena que nunca sabemos adonde van.
Fernando
Sarriá
España
España
1 comentario:
Me encanta la intensidad y el sentimiento que pone Fernando en sus versos.
Para mi fué una gran satisfacción descubrir este poeta.
Espero y deseo que todo te vaya bien.
Besos
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