23 mayo 2016

Maite Sánchez Romero, La palabra

Antes de ella, el viento llenaba la mirada.
La tormenta muda sobre el gesto, 
la lengua quieta, 
el silencio de los búhos por la sangre.
La caricia cubría los cuerpos sin sonido.
El gemido hundía sus notas en el barro. 
Éramos de música blanca... nada más.

La palabra vino sutil como la hiedra. 
Fue tomada. Bebida, amasada, 
llorada, amada, quemada.
Cada letra aniquiló un hombre. 
Cada letra salvó a un niño.
Mancillada, manipulada, ensalzada, mutilada.

Todavía corre como un caballo en la noche:
pura, inalcanzable.


Maite Sánchez Romero
España
De "Palabras de un instante"

1 comentario:

mariposa blanca dijo...

Qué delicia... estar aquí en tu bello blog.
Mil gracias, querida Trini :)