Hay poemas
edificados
en una sola tarde
sin mayor problema
porque rotundos
brotan a la luz vespertina
como microcosmos
totales,
hechos
y derechos,
don ágil de la
musa.
Otros en cambio
piden años
enteros de labor
dispersa:
borradores
innúmeros
tras
investigaciones
minuciosas en muy
diversos climas.
Pero nada sabemos,
cualesquiera que
sean
los casos,
del temblor
oculto;
nada nuevo
logramos aprender
de los caminos,
más breves o más
largos;
que conducen el
sueño a su cabal destino
abriéndonos los ojos
ante su pericia.
México
Ciudad de México , 15 de mayo de 1924/ 29 de abril de 1996
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