Te recuerdo
corriendo por la calle,
envuelta en un
impermeable percudido,
yo vestido de
verde y de día viernes,
tapándote la
cabeza con un periódico
para que no nos
viera tu padre.
Era noviembre y
lloviznaba,
tu pelo empapado
sobre el impermeable
era una mariposa
que volaba.
De tu bolso
abierto caían monedas
que recogía un
mendigo.
Andábamos de luna
de miel de calle en calle,
sin ceremonia
civil ni religiosa,
casados por el
santo sacramento del amor.
Nuestros pasos
pesaban en el piso,
y los zapatos
ahogados en el agua
hacían ansiosa
nuestra fuga.
Mojados nos
metimos en el metro,
a empujones
abordamos un vagón,
y las puertas
sobre tu espalda
plegaron como dos
alas tu impermeable.
Mirándonos nos
fuimos en el tren,
que nos llevó en
su propio mundo,
lejos del día y
lejos de la noche.
Yo besé tus labios
con sabor a lluvia.
México
Michoacán, 6 de abril de 1940
1 comentario:
Hola, Trini, veo que sigues al pie del cañón :) Yo cada vez me asomo menos por los blogs. Me he enganchado al Facebook y otras redes sociales. Bueno, el Twitter, no. Esa la aborrezco. Me parece imsultante el poco espacio que tiene para los textos. Que sigas bien y escribas mucho. Saludos :)
Publicar un comentario