Tus pasos no han
elegido camino alguno. Cuando pisan
el polvo, son
rumores que se agrandan
por la noche; que
nos obligan
a almacenar la
memoria de las tormentas:
la tierra viaja
así por nuestros pensamientos.
Los caminos nos
encantan; dragan
nuestras venas con
pepitas de diamante.
Desconfiamos de la
omnisciencia de los dioses,
despreciamos la
gloria de los videntes;
poco nos importa
desvelar los oráculos.
Liani Nimrod
Chad
1959
Chad
1959
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