subiendo a centrar por la banda de tus piernas,
sublevándome por no ser titular
en el partido decisivo de tu vida,
muriéndome por no dirigir
el pase perfecto hacia tus labios,
rabiando por quedarme en el banquillo
como una suplente sin número
en la camiseta de tu piel.
Rozando apenas el larguero de tus pestañas,
mandando a corner
esas caricias que no podré lanzarte,
acertando en el césped de mis sueños
un penalti riguroso
entre el delta de tus caderas,
la portería más sacra
que construyeron en tu estadio de hermosura.
Marcando el gol que me diera la victoria,
el pase a la final
para ser el fichaje estrella de tu equipo
y no ser transferida nunca
del club fundador que son tus ojos.
Pilar Sanabria
España
Córdoba, 1963
Pilar Sanabria
España
Córdoba, 1963
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