No he dicho nada
todavía.
No he dicho nada
aunque fluya siempre nuestro dolor
entre banderas,
altavoces y fuegos artificiales.
Pero nuestro dolor
más grande no se dice, no se escribe.
No lo escuchan los
demás.
Sólo da vueltas
dentro de nosotros. Como el león, gruñendo,
comiendo de
nuestra carne.
Nuestro dolor más
grande no se cambia en gloria.
No se vuelve circo
ni mercado.
Thanasis Kostavaras
Grecia
Anakasia, Volo,
1927/2007
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