Mírame aún. Creció
musgo en mis labios
y en los inviernos
crudos me visita la nieve.
Siéntate, viajero,
a mi lado.
Cuando la lluvia
arranca plateadas
coronas de la
piedra y silenciosa
en el ciprés muere
la tarde, sólo
de ti me acuerdo.
Pero tú estás lejos.
Pasa tu mano por
mi nombre y quita
las hojas
amarillas que lo cubren,
y los pétalos
secos de esas flores
antiguas. Llámame
después y dime
si el viento de
esos campos lo ha borrado
o si tiembla en el
aire todavía
como el romero
verde.
Andrés Trapiello
España
Manzaneda de
Torío, León, 10 de junio de 1953
1 comentario:
Precioso!! Me encanta.
Feliz domingo
Besos
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