Mi
cama es la cama de todos los días.
Aprendí
hace mucho las sombras que se ven desde mi cama,
a
tientas llego fácil en mi cama al volumen de la música,
al
suiche de la lámpara, a mis gafas,
mi
cama me acoge cada noche, se abre en la forma de cada músculo mío,
mi
cama tiene la prueba de que no existo sino en sueños
y
mi peso que se tiende en ella como si flotara
respira
para que bailen los dioses de la noche,
fantasmas
varios y alucinaciones de la insomne duermevela,
cada
noche jardín distinto o variado infierno,
estremecimientos
que ni yo conozco y que mi cama conoce,
desgarraduras
y éxtasis que mi cama sabe.
Cama
que me conoces solitario, quieto, difunto casi,
cuánto
te agradezco que me entrenes
para
que la muerte así me llegue,
sobre
ti,
y
te queden mis sueños,
mi
única sustancia.
Dario
Jaramillo
Colombia
Santa
Rosa de Osos, 28 de julio de 1947/
No hay comentarios:
Publicar un comentario