Sé
sabia, Pena mía, y permanece en calma.
Reclamabas
la Noche; ya desciende, hela aquí:
Envuelve
a la ciudad una atmósfera oscura
A
unos la paz trayendo y a los más la zozobra.
Mientras
que la gran masa de los viles mortales,
Del
Placer bajo el látigo, ese verdugo impávido,
Cosecha
sinsabores en la fiesta servil,
Ofréceme
tu mano, Pena mía, ven aquí
Lejos
de ellos. Mira balancearse los años transcurridos
Con
vestidos ridículos, sobre las balaustradas
Del
cielo; la nostalgia burlona ya emerge de las aguas;
Descansa
bajo un arco el moribundo sol
Y,
tal enorme sudario rezagado, hacia Oriente,
Oye,
querida, oye cómo avanza la Noche.
Charles
Baudelaire
Francia
Paris,
9 de abril de 1821/
Paris,
31 de agosto de 1867
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