23 agosto 2017

Jorge Isaacs, Ten piedad de mí

¡Señor! si en sus miradas encendiste
Este fuego inmortal que me devora
Y en su boca fragante y seductora
Sonrisas de tus ángeles pusiste;

Si de tez de azucena la vestiste
Y negros bucles; si su voz canora,
De los sueños de mi alma arrulladora,
Ni a las palomas de tu selva diste,

Perdona el gran dolor de mi agonía
Y déjame también buscar olvido
En las tinieblas de la tumba fría.

Olvidarla en la tierra no he podido.
¿Cómo esperar podré si ya no es mía?
¿Cómo vivir, Señor, si la he perdido? 
Jorge Isaacs Ferrer
Colombia
 Cali,  1 de abril de 1837
 Ibagué, 17 de abril de 1895

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