22 agosto 2017

Susana Benet, Lo olvidado

Como amo los lugares olvidados.
La calleja que ya nadie transita,
el íntimo cobijo de las cuevas,
el fondo rumoroso del barranco
donde el agua se estanca y los insectos
tejen islas brumosas en el aire.
Tenderme en el pretil de antiguos puentes,
revestidos de zarzas y hojarasca
y escuchar cómo zumban las abejas
en la calma fragante del romero.
Acercarme al misterio de las casas
donde no habitan más que los rosales,
deshojándose lentos en la tierra.
Internarme ligera en la espesura
de secretos parajes, donde el paso
ávido de los hombres no perturba
la paz de los guijarros, ni el festivo
desfile del espliego por las sendas.
Y atravesando el filo de la tarde,
emprender el camino de regreso
sintiendo que, de pronto, me acompaña
la vacua plenitud de lo olvidado. 
Susana Benet
España
Valencia, 9 de noviembre de 1950

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