Cuando
el hombre,
en
paz con su conciencia
sienta
latir sus células disueltas en el cosmos,
cuando
beban del mismo manantial
el
lobo y el cordero,
el
tigre y el antílope,
el
león y la cebra,
el
hombre y su enemigo.
Cuando
bailen al son de las esferas
palmeras
y eucaliptos,
el
olivo y el olmo,
el
pino y el ciprés,
se
elevarán las voces en un coro de ángeles,
en
arenga de paz.
No
bruñirán su acero los cañones,
se
oxidarán los goznes de las máquinas
que
siembran el terror,
no
existirán fronteras en los mares
ni
tapias en los huertos
y
jugarán los niños
sobre
los tanques viejos y oxidados,
y
Abel perdonará a su hermano asesino.
Carmen Gúzman Ortega
España
La Palma del Condado, Huelva
La Palma del Condado, Huelva
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