¡Qué
barullo en la herida!...
¡Qué
suerte si esto que siento fuera sed
y
se me quitara bebiendo un vaso de agua!
Es
entonces cuando llueve tristeza
para
ahogar en mi boca
la
palabra imposible.
Intento
gritar,
y
sólo consigo un cobarde silencio.
Una
tarde al llegar a casa
me
encontré con la sorpresa de quererte,
fue
una bomba en mis manos.
Y
yo, por si te hiere,
esperando
a que explote estando sola
aunque
me parta el pecho la locura.
Gloria
Fuertes
España
Madrid,
28 de julio de 1917/
27 de noviembre de 1998
1 comentario:
Mi querida Gloria, tus palabras me duelen y me hacen llorar.
Me haré vaso de agua para que tu me bebas.
Un beso.
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