Sobre
las tejas el verdín progresa.
El
cielo está muy gris, pero la lluvia
ha
cesado un instante. Hace frío
y
los pájaros todos tiritan escondidos
entre
las frondas...
En
las ramas heladas de los árboles
las
gotas milagrosas se transforman en perlas.
Un
vaho azul escapa de la tierra.
Al
fondo, las montañas se ocultan recelosas
en
las nubes más bajas.
El
alma reconoce estos paisajes,
a
los que fue marcando, a través de los siglos,
la
vida con su drama; estos valles que guardan
en
su entraña, con celo, rescoldos de la historia.
Ya
es invierno y, desde las techumbres
de
las casas de piedra,
asciende
el humo denso de los viejos hogares.
Yo
arrimo el leño al fuego que caldea mi rostro
y
siento que las llamas, crepitando, me avisan
de
que la vida es breve.
España
La Línea de la Concepción, Cádiz, 1955
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