27 noviembre 2017

Fotograma, Gonzalo Mallarino

Gotas temblando. Agua sólo.

Después la mano. El dedo delgado. Transparente.
Y el cielo oscuro. Las nubes
cuando finalmente ella
se puso a llorar delante de la ventana.

La llamaría Adelaida. A esa mujer que llora así.
La nariz. Las lágrimas rosadas.
Los poros. Los vellos sobre los labios.
La luz muerta en el pelo.

Apuesto a que los ojos eran grises. Aunque sea
para que yo pueda decir que era una mirada
de ojos grises. Una mirada
hacia un parque en el que los pinos
se estén llenando de gotas y el silencio se tienda por el pasto.

Un silencio llegando por el pasto hasta donde yo estoy.

Para que pudiera yo mirar y escribir esto.
Gonzalo Mallarino
Colombia
Bogotá, 1958

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