Blanca,
blanca, blanca la melodía
ardiendo
de sus hojas.
Nació
la tierra enferma.
Nació
la luna con la sal del sueño.
Llovió
el asombro de mis ojos.
Con
el dolor la vida se filtraba.
Enloquecida
ya entre mis manos.
Sola,
sola, tan sólo sola.
Ricardo
Peña
Perú
Lima,
1896/29 de julio de 1939
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