En
Ramala
los
antepasados jugaban al ajedrez
en
el cielo estrellado
Nadie
supo quien iba a ganar
Un
pájaro preso en un reloj
saltaba
dando la hora
En
Ramala
el
sol trepaba por los muros
como
un viejo
y
cruzaba el mercado
dando
luz y reflejos
sobre
un plato de cobre
En
Ramala
los
dioses bebían agua en vasijas de barro
El
arco preguntaba a la cuerda dónde ir
Un
niño iba hacia el oriente
para
heredar el mar
En
Ramala
la
muerte siembra semillas en pleno mediodía
que
florecen detrás de mi ventana
Resistiendo,
un árbol adopta
la
forma original y violenta de un huracán
Bei
Dao
China
Pekin,
2 de agosto de 1949
No hay comentarios:
Publicar un comentario