por los años sin
conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me
dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso
por las calles en la madrugada, a los veinte,
con las piernas temblándome
y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé
por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al
futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo
ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus
ojos, verde destello
de hierba
salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los veinte
creíamos ser eternas.
A los cuarenta y
cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio
ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún
modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar
nos ayudaremos tú y yo a morir.
Adrienne Rich
Estados Unidos
Baltimore,
Maryland, 16 de mayo de 1929
Santa Cruz,
California 27 de marzo de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario