para Elena
No, no son los
brotes de los árboles:
es que ciertas
noches, amiga mía
nuestras
palabras
perfuman.
Y no hay que
confundirlas
con las voces
del alba:
son nuestras
madres
que sonríen en
el sueño
son nuestras
abuelas
que hacen
cabriolas sobre los techos.
Alessandra Racca
Italia
Turín, 1979
2 comentarios:
Me encantó...
Me encantó el poema.
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