06 abril 2018

Juan Gil-Albert, La tarde


Sólo cuando se es hombre se sabe qué es la vida. 
Sólo si se ha cumplido con la edad 
se sabe lo que empieza y lo que acaba. 
Se sabe que el vacío que nos queda 
es el hermoso todo que tuvimos: 
como un bosque inmolado. 
Donde el azul del cielo sólo encuentra 
ancho campo abismal.
Ya nada obstruye 
el palpitar de un ala poderosa. 
Ya las paredes todas se evadieron 
y estamos al desnudo, como un cuerpo, 
paradisíacamente.
Es el retorno
tras haber agotado a la serpiente. 

Tras haberla dejado de escuchar. 
Es el retorno fiel a la ignorancia. 

Juan Gil-Albert
España
Alcoy, 1 de abril de 1904
Valencia, 4 de julio de 1994

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