La hija mayor
esta mañana habló con el diablo
en la habitación
rosa pálido volcada en el sol él
se presentó a
ella desde dentro y le dijo con su
propia voz que
el santísimo es el dios de los perdedores
mientras un
pacto eficaz asegura la victoria suprema
la certeza del
placer para siempre en ausencia de eternidad
la menor en su
cama mientras tanto soñaba con un vampiro
y también con un
monstruo tricéfalo y con algunos fantasmas
que jugaban
todos a los dados en la sábana de mármol
se enorgullecían
de sus atavíos le explicaban
sobre muertos
vivientes y otras simples cuestiones de sexo
apoyada en la
idea de sí misma la madre descosía los volantes
de su día
perfecto lo llenaba de ojales al azar
botones de
varias dimensiones recordaba que aquel día
había amado a un
licántropo él la había desnudado hasta
el punto donde
brilla todavía un remiendo de plata
Mía Lecomte
Italia
Milán, 27 de abril de 1966
Traductor:Emilio
Coco
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