Cuerpo,
recuerda no sólo cuando fuiste amado,
no sólo
los lechos donde te acostaste,
sino
también aquellos deseos, que por ti
brillaban
claros en los ojos
y con la
voz temblaban —y algún inesperado
freno los
reprimió—.
Ahora que
ya todo pertenece al pasado,
casi
parece cual si a esos deseos
te
entregaras también —cómo brillaban,
recuérdelo,
en aquellos ojos al mirarte;
cómo
temblaban con la voz, por ti, recuerda, cuerpo.
Konstantinos
Kaváfis
Egipto
Alejandría,
9 de abril de 1863/ 29 de abril de 1933
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