19 marzo 2019

León Darío Gil: El mío, María

Si todos tenemos un ángel –como dicen- el mío es usted;
sin alas ni aureolas, simple, común y corriente.

Que no sepa nadie, ángel mío,
que has tergiversado mis creencias;
no por otra cosa profeso ante tí mi idolatría.

Imagínate: Volverse agua mi boca
cuando presiento en la tuya
una estación para mis besos

Que no quepo en la gloria cuando fundamos los dos
el pecado mortal de la dicha
donde acabamos siendo sal, sed, incendio y fruta.

Y, si no, qué dispendioso misterio pervive en todas partes
que, si no estás, toda entera vas conmigo
pervirtiendo mi soledad y cada tiempo que transcurro.

Para divina, ahí está el pérfido ensalmo de tu cintura,
la gracia inmerecida de tu risa, el ajuar renegrido de tu pelo
y, por debajo de tu blusa, un par de claves temblorosas para colarme al cielo.
León Darío Gil:
Colombia
Caramanta, Antioquia, 1953

No hay comentarios: