16 junio 2009

Fernando Pessoa, Autopsicografía


El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.

Fernando Pessoa
Portugal
Lisboa, 13 de junio de 1888/
Lisboa, 30 de noviembre de 1935

2 comentarios:

elena clásica dijo...

Qué certero, qué temblorosa descripción del fingimiento del dolor hacia el dolor. Qué magnífica máscar a veces: ¡es verdad! Qué mágica es la poesía que sirve para ocutlar y sacar a la luz los disimulos a la vez. Qué precioso y terrible poema, me uqedé temblando.
¡Cómo eres, Trini! Un día de éstos, nos vamos volando con tu universo místico. ¡Uhhh!!
Un abrazo cariñoso, querida maga.

Unmasked (sin caretas) dijo...

Estoy de acuerdo, es un fingidor...tiene que serlo para trasmitir lo que realmente, quizas en ese momento no sienta, pero quiera expresar.

Un abrazo, gracias x tu visita

Petra