12 junio 2009

Amado Nervo, Inmortalidad


No, no fue tan efímera la historia
de nuestro amor: entre los folios tersos
del libro virginal de tu memoria,
como pétalo azul está la gloria
doliente, noble y casta de mis versos.

No puedes olvidarme: te condeno
a un recuerdo tenaz. Mi amor ha sido
lo más alto en tu vida, lo más bueno;
y sólo entre los légamos y el cieno
surge el pálido loto del olvido.

Me verás dondequiera: en el incierto
anochecer, en la alborada rubia,
y cuando hagas labor en el desierto
corredor, mientras tiemblan en tu huerto
los monótonos hilos de la lluvia.

¡Y habrás de recordar! Esa es la herencia
que te da mi dolor, que nada ensalma.
¡Seré cumbre de luz en tu existencia,
y un reproche inefable en tu conciencia
y una estela inmortal dentro de tu alma!

Amado Nervo
México
 Tepic, México, 27 de agosto de 1870
Montevideo, Uruguay, 24 de mayo de 1919

4 comentarios:

Chesana dijo...

Anda, si tienes hoy un recital!... y ahí estabas tan calladita.

Seguro que lo haces "de cine", como el primero.

Toda la fuerza para tí, que sé estarás nerviosa... aunque ya con las "tablas" que tienes...

Venga niña, un beso y déjalos asombrados a todos.

mixtu dijo...

non conocia el autor...

sus versos... un recuerdo tenaz...
lo más bueno amor...
me verás dondequiera...

abrazo serrano

elena clásica dijo...

¡Guauuuu! Ésta sí es una venganza con toda la belleza poético de Amado Nervo. Nunca, nunca habrá momentos que lleguen al olvido, esa luz deslumbrará siempre. Hermosa hasta el dolor. Besitos.
Chesana comenta sobre tu recital, no podría haber una voz mejor que la tuya y mas amante de la poesía, pues yo te oigo tanto y recita tanto tu alma. Te deseo lo mejor. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias por estos hermosos versos.
Un abrazo
anamorgana