Si he
perdido la vida, el tiempo, todo
lo que
tiré, como un anillo, al agua,
si he
perdido la voz en la maleza,
me queda la
palabra.
Si he
sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era
mío y resultó ser nada,
si he
segado las sombras en silencio,
me queda la
palabra.
Si abrí los
labios para ver el rostro
puro y
terrible de mi patria,
si abrí los
labios hasta desgarrármelos,
me queda la
palabra.
3 comentarios:
La primera vez lo escuché cantado por Paco Ibáñez, y me gustó tanto que fuí corriendo a la biblioteca a buscarlo.
Tanto éste como toda la obra de Blas de Otero, me encanta.
Besos
¡Cuánta verdad en boca de un gran escritor. Siempre me queda la palabra.
Una belleza !!
Besos :)
Amiga Trini. ¡¡¡Genial sin palabras. Un beso grande.
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