Vuelve a tu memoria
aquella aldea de humo, su cabello,
y el rumor de la brisa entre las ramas.
Fue un día feliz.
Y recuerdas que ya entonces
supiste que hoy te iba a doler
su eterno esplendor, tu imposible regreso.
Y aprendes que de nada te sirve cuanto sabes.
Ángeles Carbajal
España
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Siero 1959/
1 comentario:
Me ha encantado la intensidad de tu texto
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