Por
delicadeza,
permití
que los pájaros helados
calentaran
sus picos en mi lumbre,
horadaran
los leños de la noche
e
hirieran con sus cantos mi silencio.
Ellos
mancharon con sus plumas
mis
sábanas y picoteando sobre la pureza
me
volvieron ceniza,
por
delicadeza.
Por
delicadeza,
consentí
ser la amante de los héroes.
Alimenté
mentiras y carencias
en
hoteles de paso;
amordacé
mi corazón de niña
y
fui mujer fatal
para
que nunca parecieran culpables.
Ellos
se fueron
con
mis mejores máscaras
y
sus esposas, muertas de tristeza,
me
dieron mala fama,
por
delicadeza.
Por
delicadeza,
pude
resucitar en mis papeles
aquellos
pájaros helados.
A
mis tristes y efímeros amantes
con
sus tibias y frívolas esposas
los
transformé en metáforas.
Esparcí
mis cenizas.
Hice
versos
sólo
para conjurar mi mala fama.
Y
hoy que no creo en la delicadeza
te
me apareces tú
que
eres más que la delicadeza.
Estoy
enferma de delicadeza
y
no perderé mi vida por delicadeza
conmigo
misma.
Por
delicadeza.
Marilyn
Bobes
Cuba
Cuba
2 comentarios:
Impresionante poema, una entrega sin límites dando vida por doquier...Pero, cuando aparece el amor duda y trata de protegerse...Mi gratitud y mi abrazo por estos buenos autores y poemas, Trini.
M.Jesús
Muchas gracias por esta recopilación tuya de buenos poetas. Es una mina a la que acudo de vez en cuando, para disfrutar, inspirarme, aprender y quedarme con esa "paz" poética.
Un abrazo
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