Glorias hay que deslumbran, cual deslumbra
el vivo resplandor de los relámpagos,
y que como él se apagan en la sombra,
sin dejar de su luz huella ni rastro.
Yo prefiero a ese brillo de un instante,
la triste soledad donde batallo,
y donde nunca a perturbar mi espíritu
llega el vano rumor de los aplausos.
Rosalía de Castro
España
España
Santiago
de Compostela, 24 de febrero de 1837/
Padrón,
15 de julio de 1885
1 comentario:
Este poema de Rosalía me encanta...Es toda una invitación al trabajo en silencio y en soledad, sin expectativas, ni éxitos exteriores. Viviendo lo que se hace y poniendo el corazón en ello.
Mi gratitud y mi abrazo de luz, Trini.
M.Jesús
Publicar un comentario